Aquella semana de octubre

Aquella semana de octubre 

Un amigo

"De todos nosotros, él era el único que realmente quería quedarse en Guatemala."

 Debería escribir su historia. La pequeña historia que de alguna manera compartimos. Pero... ¿por dónde empezar? Quizás, por el final.

Dos semanas antes. 6:20 AM del jueves 3 de octubre del 2019.  Cafetería de la UVG. 

Muy pocas veces suelo llegar temprano a la universidad; todos lo saben. A veces por el tráfico, a veces porque me quedo dormido en el parqueo, a veces porque salgo tarde de mi casa; existen varios motivos. Pero ese día fue diferente, decidí levantarme mucho más temprano de lo normal, alrededor de las 3:30 AM y llegar un poco temprano a mi primera clase.

Recuerdo que cuando entré a la cafetería, te vi y te saludé. Vos, como siempre, risueño... Pero con el espíritu siempre en alto. Me hablaste acerca de formar un equipo para las olimpiadas interuniversitarias de programación que se llevarían acabo dentro de una semana. Yo dije que sería estupendo, pero que ya me había inscrito para participar en la rama de química. Sin embargo, vos dijiste que en programación sería más divertido, ya que era por equipos de cuatro personas. Entonces, acepté la propuesta, ya que me sentía más cómodo participando en grupo y pensando que quizás tendríamos una oportunidad de no hacer el ridículo.

Una semana antes. 8:30 AM del jueves 10 de octubre del 2019.  Auditorium Francisco Vela USAC.

Ese día, recuerdo, llegué bastante temprano. Aunque, como siempre, un poco perdido. Hace un par de años había estudiado unos cuantos cursos de inglés y francés en dicha universidad, así que me sentía relativamente confiado de encontrar la ubicación de la inauguración de las olimpiadas. Error mío, terminé en el lado opuesto de donde se suponía que debía ser el evento. Finalmente, me ubiqué y llegué a tiempo. 

Fue hasta alrededor de una hora después, que el equipo se juntó. Para variar, tres físicos y un mecatrónico. En la prueba, fue cuando nos dimos cuenta que todos andábamos perdidos. Solo uno de nosotros pudo terminar un problema de los cinco otorgados. Eso no nos impidió disfrutar la experiencia y posteriormente charlar un poco acerca de la vida. 

Ese fue el momento en que nos contaste que tu estadía en la universidad había terminado; debido a tus problemas personales. En lo personal, no supe qué responder, nunca soy bueno en las despedidas. Nuestro otro compañero, fue quien te dio las palabras de ánimo. Espero que sus palabras te hayan hecho sentir mejor e inspirado. 

9:30 AM del viernes 11 de octubre del 2019.  Edificio C, segundo nivel. 

Fue la última vez que te vi. Yo te vi pasar enfrente del laboratorio de química y decidí seguirte. Fue alrededor de 2 minutos que charlamos. Lo último que te dije fue "Cuidate" y nos despedimos. 

El día. 8:50 AM del jueves 17 de octubre del 2019.  Cafetería.

Un colega nos informó. Ese día - el anterior, posteriormente, me enteré- falleciste. Es difícil ver la muerte a esta edad, no es algo a lo que la gente está acostumbrada. Nada te prepara para esto. Supongo que todos quedamos un poco devastados o eso quiero creer. 

El día después. 12:35 PM del viernes 18 de octubre del 2019.  Tu iglesia, zona 17, Ciudad de Guatemala. 

La última vez que coincidimos de alguna forma. No voy a describir el lugar ni nada de lo que vi. Pero ahí estabas. Ahí estábamos nosotros, quizás no éramos todos - nunca entenderé el cinismo de algunas personas en no asistir al último adiós de un colega -, pero sí estábamos la gente con la que conviviste en tus últimos días. Y aunque yo no sea la persona más indicada para escribir acerca de vos: gracias por permitirnos coincidir en esta vida, un saludo hasta la eternidad.