De augurios, de zozobra y del mal
23:02De augurios, de zozobra y del mal
Tendríamos que retornar a un mal que hace años dejó de entumecer sus pensamientos. Tendríamos que dejar que su tiempo fluyese, tendríamos que haber dejado que su historia siguiese el rumbo que él hubiese querido seguir. No obstante, ese pequeño sentimiento que le impidió rendirse, fue su verdadero mal. Y quizás, solo quizás el inicio de esta controvertida historia; sin un verdadero final aún.
Dejó a sus anchas sus verdaderas intenciones, llenando su vida con vicios de poca mota, escuchando canciones apesadumbradas e intentando entender el verdadero sentido de vivir. Probablemente, ese fue el primer error de su vida.
Años más tarde, su socio de noches de penumbra, me describiría que él se fue hundiendo en sus propios pensamientos de grandeza. Intentando llenar sus vacíos con historias sin relevancia, con pensamientos impúdicos y con un inmenso disgusto de lo que dejó pendiente.
Fue el momento más desdichado de su vida, llegaron a afirmar. Se fue ensimismando en las notas de su piano, solía tocar hasta caer rendido. Solía extrañarla. Esa era la realidad.
Una madrugada tras otra, su compostura fue carcomiéndose hasta que fue imposible retornar a aquello que alguna vez fue. Entonces, desde lo más profundo de su persona, él nunca pretendió volver a ser la misma persona. Quizás fue la primera vez que murió.
Su repulsión hacia la injusticia predominante en su realidad la solía disfrazar como cinismo. Esto simplemente significó, una llaga más en su ya desolada impotencia.
No comprendió porque su doncella amaba a su viejo colega de innumerables aventuras. Sospechó de los rastreros métodos de él habían menoscabado en ella. Aunque para aquel entonces, aceptó que las personas eligen con quien desean estar; y no había nada que hacer en contra de eso.
Menospreciando el sentido de una copa de vino, se dio cuenta de lo fútil que era seguir añorando personas que solo habían traído zozobra a su débil existencia.
Sonando al compás de copenhague, de sweater weather y de lobos; su desdicha fue alejándose de la celada preconcebida de su clavicémbalo.
Mucho tiempo después me lo encontraría en una encrucijada, de una calle cualquiera y juraría que vi un hombre feliz en él.
*Copenhague - Vetusta Morla
Sweater Weather - The Neighbourhood
Lobos - Leiva
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